Entrenamiento mediante frecuencia cardíaca.

El corazón humano es como nuestro motor, además su comportamiento determina si nuestro organismo funciona correctamente.
El ciclista de hoy en día está ya acostumbrado a entrenar mediante pulsaciones, pero, ¿Realmente sabe interpretar esta variable y utilizarla correctamente?
Para comenzar, debemos de conocer que la frecuencia cardíaca es una variable retardada, es decir, al realizar un determinado esfuerzo tarda unos segundos en representar el esfuerzo al que estamos sometiendo a nuestro organismo. Por lo tanto, la mayor limitación que le podemos encontrar a esta variable es que sea utilizada para esfuerzos muy intensos y muy cortos, ya que el organismo no tendrá tiempo suficiente para aumentar las pulsaciones del corazón, y, por lo tanto, será muy complejo poder cuantificar este tipo de cargas.
También hay que remarcar que la frecuencia cardíaca es una variable que se puede ver afectada por diferentes motivos, por ejemplo, le afecta la temperatura, si esta es superior a 30º, tendremos nuestro corazón ``más acelerado´´, y al contrario, con una temperatura muy baja, nos costará más aumentar nuestras pulsaciones durante nuestro entrenamiento. Esto hay que tenerlo en cuenta para no asustarnos y saber ajustar las cargas durante los diferentes entrenamientos y competiciones a lo largo de la temporada.
Otra funcionalidad de la frecuencia cardíaca, es que mediante la medición de nuestras pulsaciones en reposo podemos interpretar como el organismo ha asimilado la carga de entrenamiento del día anterior, por lo que es muy funcional para el trabajo del entrenador. Si la frecuencia cardíaca de reposo es superior a lo normal, normalmente quiere decir que el organismo está fatigado del día anterior, por lo que en estos casos hay que ser siempre prudente a la hora de monitorizar el entrenamiento de nuestro deportista para no coquetear con el síndrome del sobreentrenamiento.
A la hora de entrenar, es importante conocer nuestro umbral anaeróbico, que representa esa zona de pulsaciones la cual, a ese determinado esfuerzo, podremos aguantar durante una hora. Por encima de este umbral, se reduce mucho el tiempo que podemos mantener el esfuerzo encima de la bicicleta, por lo que durante una competición debemos vigilar nuestras pulsaciones y no ir demasiado tiempo por encima de esta zona crítica, ya que, si nos apuntamos a todas las ''guerras'' y no realizamos un correcto pacing, es muy posible que acabemos desfondados.
El umbral anaeróbico se puede calcular mediante un test de 20 minutos, que se basa en hacer esos 20 minutos ''all out'' para después mediante un factor de corrección, conoces nuestro umbral anaeróbico y con él conocer nuestras zonas de entrenamiento.
Este podría ser un ejemplo de las zonas de entrenamiento de un ciclista, las cuales se utilizarán para controlar y monitorizar el entrenamiento y esfuerzos en competiciones durante toda la temporada:


Como conclusión, decir que debemos de conocer nuestro organismo y cómo se comporta ante distintas situaciones, y junto con el conocimiento de la funcionalidad de la frecuencia cardíaca, podremos utilizar esta variable para controlar nuestro entrenamiento, ya que es una tecnología barata y al alcance de cualquier persona, además que posee una gran utilidad si se sabe interpretar correctamente.


Bibliografía más destacada:

Zabala, M. (2017). Apuntes asignatura: Especialización Alto Rendimiento Ciclismo. Universidad de Granada.


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