Claves para mejorar tu rendimiento
Este artículo va dirigido principalmente para el ciclista
amateur de categorías inferiores y al cicloturista, no tanto para el ciclista
profesional que creo debe tener todos los puntos siguientes bastante claros,
aunque no estaría de más que algún profesional lo leyera.
Enfoque actual de nuestro rendimiento
Desde mi punto de vista, nuestro organismo es un sistema complejo. Este tema merece un
artículo completo que escribiré en el futuro, pero por ahora nos podemos quedar
con que nuestro cuerpo en su conjunto no
es igual a la suma de sus partes, sino que éstas interactúan entre sí con
sinergias y que algunas no las conocemos hoy en día, dando lugar a resultados inesperados y que no podemos
predecir. Desde este prisma he enfocado todo lo escrito hasta ahora y lo
que escribiré en un futuro. Esto nos dificulta mucho el cómo explicamos nuestro
rendimiento en un evento en concreto, ya que tendemos a dar explicaciones simplistas a problemas o situaciones
complejas.
Aun así, hay una cosa de la que estoy seguro como
entrenador, y es que hoy en día nos obsesionamos mucho con las cosas más
‘’pequeñas’’ y específicas, con ese pequeño porcentaje que influye en nuestro
rendimiento final, y cometemos muchos
errores en las cosas más básicas e importantes que influyen en nuestro
rendimiento, fallamos en esa base de la pirámide. Por lo que en el artículo me
voy a enfocar justo en eso, en las cosas más básicas y que probablemente más
fallamos a la hora de gestionar nuestro rendimiento. No vamos a hablar de ‘’la
guinda del pastel’’, sino que vamos a intentar que el pastel entero ‘’esté muy
bueno’’, la guinda y los ‘’marginal gains’’ serán otro tema que quizá
hablaremos en un futuro.
Constancia
Probablemente la clave más importante para mejorar nuestro rendimiento.
Las mayores adaptaciones en nuestro
organismo se producen con el paso del tiempo, mucho tiempo. No podemos
exigir grandes mejoras en un mes a un entrenador, esto solo se puede conseguir
si lo que estás haciendo está realmente mal y ese entrenador corrige tu
problema. Por lo tanto, tener un proceso de entrenamiento muy constante es clave.
Tu entrenamiento no debe de ser complejísimo, debe de ser de forma general algo sencillo, que no conlleve una gran
carga mental realizarlo, y que en general te produzca bienestar y emociones
positivas. Todo ello tendrá como consecuencia que entrenemos de forma muy
constante con el paso de los meses y años, y no tengamos grandes altibajos o
crisis, tanto físicas como psicológicas, que nos hagan parar durante un buen
tiempo de entrenar.
Debes de disfrutar
entrenando y compitiendo si lo haces, el ciclismo es un deporte muy
sacrificado, sobre todo a nivel psicológico, por lo que si además tienes que
luchar mentalmente contigo mismo para salir a entrenar de forma regular o casi
siempre que vas a competir resulta en un estímulo negativo para ti, debes de
hacer algún cambio importante para evitarlo ya que algo no lo estás haciendo
bien.
Si tus entrenamientos son muy monótonos y no te motiva
hacerlos de forma general, quizá debes buscar un entrenador que le de
variabilidad a los entrenamientos y te motive. Si tu entrenador te ‘’manda’’ entrenamientos muy complicados, que
te tienen 2 horas sin levantar la mirada del ciclocomputador, o elegir una ruta
para entrenar que no te motiva pero que es necesaria para hacer esos
entrenamientos complicados y eso hace
que disfrutes menos, quizá es hora de probar otro entrenador nuevo. Hay que
mirar el nuestro entrenamiento y rendimiento con perspectiva de tiempo.
Como ejemplo te pongo mi caso. A mí siempre me ha gustado entrenar mucho desde niño. Hace 10 años, cuando tenía 19, estaba en el grado de CAFD y creo que estaba bastante bien físicamente, llevaba varios años entrenando ciclismo. Empecé a medir mi rendimiento con potenciómetro y en un test de 20 minutos hacía sobre 215w con 62kg (3.47 w/kg). Tras 10 años entrenando de forma muy constante, seguramente donde no he parado por completo durante más de 7-10 días seguidos ni siquiera por enfermedad, mi propia mejoría es impresionante. Ahora muevo más de 300w en 20 minutos con un peso de 58kg (5.17 w/kg). Parecemos dos ciclistas totalmente diferentes, y todo ello es en mayor medida el resultado de entrenar de forma constante durante mucho tiempo, no es producto de hacer los intervalos de VO2máx de 3 minutos o de 5, ni de aplicar ‘’trucos’’ para mejorar rápidamente.
Figura 2 y 3: uno de mis primeros test con potenciómetro en
2016 y estimación de mi FTP con el dispositivo Garmin tras un test de 20
minutos en 2024.
Control de las cargas de entrenamiento
Este tema es bastante complejo, pero en este apartado no me
quiero extender y simplemente dar pautas sencillas que nos ayuden. He observado
a muchos ciclistas con la mentalidad de ‘’no
pain no gain’’, de entrenar lo máximo que puedan porque cuanto más, mejor. El proceso de entrenamiento debería ser
justo lo contrario desde mi punto de vista. Debemos de entrenar lo mínimo que nos haga conseguir las mayores
adaptaciones. Si con ‘’X’’ horas de entrenamiento conseguimos una
adaptación, ¿Para qué queremos entrenar ‘’X + 10’’ horas para conseguir lo
mismo?
El error más común
que cometemos los ciclistas es no dar una recuperación de forma regular a
nuestro cuerpo. Si vemos la carga de entrenamiento con el paso de las
semanas, muchos ciclistas no hacen semanas de recuperación de forma frecuente,
y en época de competición se centran en competir todas las semanas hasta que se
estanca su rendimiento.
Para entender la importancia de la recuperación en nuestro rendimiento, debemos de saber que nosotros no mejoramos cuando entrenamos duro, es justo al revés. Cuando entrenamos fuerte empeoramos tras esa sesión, la mejora y las adaptaciones que ganamos se producen justo al recuperar y asimilar esa carga previa. Si nos centramos en entrenar duro casi siempre y recuperar poco, nos vamos a estancar rápidamente.
Figura 4: Periodización de las cargas de la temporada 2024
de un ciclista junior de alto nivel.
Estado psicológico
Este aspecto es fundamental para optimizar nuestro
rendimiento. Seguro que te has dado cuenta que cuando estás en una mala
situación personal, hay algo en tu vida que te genera malestar, tu rendimiento
en la bici disminuye en los días que te exiges al 100% entrenando o
compitiendo. Seguro que te suena esa frase de ‘’no he sabido sufrir’’. Bien, pues esto ocurre de forma muy común ya
que cuando nos exigimos al máximo en la bici nuestro sufrimiento es muy alto a
nivel mental también, por lo que si ya partimos de un estado negativo donde lo
estamos pasando mal, colapsamos mucho ante. Cuando vamos al límite en la bici estamos en una constante negociación
interna con nosotros mismos, debatimos de forma consciente o inconsciente
sobre si debemos parar de sufrir ya, o de si merece la pena todo ese mal rato
que estamos pasando, y en esta
negociación vamos a perder de forma prematura si no estamos motivados hacia la
tarea, si no pensamos que ‘’merece la pena’’ o si venimos ‘’mal de casa’’.
No te voy a decir aquí ninguna técnica para afrontar estas
situaciones, no soy ningún experto en ello, pero sí que he aprendido mucho con
mi experiencia tanto de ciclista como entrenador y puedo darte alguna
recomendación práctica.
Mirando a largo plazo, y buscando esa constancia entrenando
que ya hemos hablado, tenemos que buscar
las condiciones de entrenamientos que nos resulten positivas, que nos motiven y
que disfrutemos. Si tenemos una grupeta que sale todos los domingos y de
vez en cuando va más fuerte de ‘’lo que te toca’’, va a ser mucho mejor que
salgamos a entrenar con ellos si realmente lo disfrutamos y nos motiva, aunque
‘’nos pasemos’’ respecto a lo que tengamos prescrito por nuestro entrenador,
que si salimos todos los domingos a entrenar solos para hacerlo todo perfecto.
Con el paso de los meses y años, seguro que ‘’fallamos’’ en varios domingos que
entrenamos solos por falta de motivación, porque llueve, hace mucho frío, o
vamos justos de tiempo. En cambio, si salimos esos domingos con la grupeta,
seremos mucho más constantes entrenando con el paso del tiempo simplemente
porque nos motiva mucho más salir ese día con ellos.
Otro consejo valioso, en este caso para manejar nuestro
estado psicológico entrenando o compitiendo es centrarnos en lo que realmente podemos controlar nosotros. Es
muy común ver a chicos y chicas muy frustrados porque ‘’X’’ persona está
mejorando más que él o ella, tener miedo a un descenso que hay durante la
competición… Todo ello son cosas que por mucha energía que gastemos en ellas,
no vamos a cambiar. Lo que realmente nos
va a dar confort psicológico y nos va a hacer mirarlo desde un prisma positivo
o que podemos controlar (y, por lo tanto, nos dará más seguridad en
nosotros mismos), es afrontar el
problema centrándonos en lo que podemos controlar. En el primer caso,
debemos de gastar la energía en ver qué podemos mejorar nosotros mismos, ver si
cometemos algún error e intentar solucionarlo. Eso es lo que podemos controlar
y lo que nos hará progresar, pensar en tu compañero es gastar tiempo y energía,
y generar malestar psicológico de forma gratuita.
En el caso del descenso, en vez de afrontarlo desde un
prisma negativo, con miedo, desconfianza… Hay que pensar qué podemos controlar
en esa situación. No debemos de imaginar lo rápido que vamos a pasar con el
pelotón en esa bajada, ni dónde nos vamos a quedar del grupo. Hay que ver qué controlamos y trabajar en
ello. Podemos reconocer la bajada previamente a la carrera, podemos
intentar situarnos en el pelotón en una posición que no nos dificulte más aún
la bajada, podemos pensar en cómo vamos a trazar cada curva difícil, dónde hay
que frenar, dónde hay baches peligrosos…
Todo ello lo podemos controlar y realmente sí que nos hará mejorar
objetivamente en esa bajada, verla no desde el miedo, sino desde la seguridad
de que ahora la situación está mucho más controlada que antes.
En definitiva, no
podemos comparar varios rendimientos sin contextualizar este aspecto, no
sería justo. Si pensamos que no mejoramos porque nos comparamos subiendo un
puerto de 10 minutos un día cualquiera y movemos 300 vatios de media, mientras
que el rendimiento que tuvimos en una competición el año pasado, donde
estábamos muy motivados y estaba nuestra familia animándonos, fue de 10 minutos
a 330 vatios, estamos comparando peras con manzanas.
Figura 5 y 6: test de rendimiento con la RFEC sub23 de
carretera con un ambiente motivante y positivo, que predispone al ciclista a
dar su mejor versión.
Nutrición e hidratación
En este apartado no me quiero hablar de nada complicado ni
extenderme mucho, solo seguir con el mismo mensaje de todo el artículo. No os volváis locos con los detalles cuando
no estáis seguros de controlar los aspectos básicos. Estás cometiendo un
error si gastas una mañana entera informándote sobre cuál es el mejor ratio de
glucosa-fructosa para un gel que te tomas en competición, si a su vez la cena
previa a la competición la haces como una cena normal y no te aseguras de hacer una buena carga de hidratos que vayas a
asimilar bien. Mismo error que perder tiempo y energía en saber cuál es
‘’tu ingesta óptima’’ de sodio con la bebida que tomas en competición, si antes de competir no partes con un buen
estado de hidratación o no sabes en qué punto kilométrico te van a dar los
bidones de agua o sales los auxiliares de tu equipo.
Os parecerá una tontería, pero es muy común ver errores muy
graves en este sentido, obviando siempre
lo más básico y a su vez lo más importante. Un ejemplo, yo siempre le he
dicho ‘’a mis ciclistas’’ que cojan una botella de agua cuando están en el
hotel el día antes de competir, o entre días de competición, y la pongan en su
mesita de noche. Que se aseguren de
beber agua de forma regular durante toda la tarde. Esto que parece una
tontería, era un error muy común que veía en ellos. Con la emoción de la
competición, pasaban toda la tarde previa de viaje, hablando con sus
compañeros, mirando recorridos… Pero se
olvidaban de beber agua prácticamente todo el día, solo en el momento de la
cena. Partían en la competición sin un
estado de hidratación cercano al adecuado, y por lo tanto, por muchas
vueltas que le dieran a si es mejor tomar 2 o 3 bidones de sales ese día, ya
partían con un problema importante de salida que no iba a solucionar ese bidón
de sales.
Estado de salud
Os parecerá una cosa muy simple, pero sin salud no hay rendimiento. Da igual las vueltas que le des, pero
un organismo necesita estar saludable
para conseguir su máximo rendimiento. Teniendo en cuenta esto, debemos de gastar energía en aplicar
hábitos de vida saludables si de verdad queremos optimizar nuestro rendimiento,
o en tomar decisiones que conlleven mejorar nuestra salud si es posible. De
nada sirve mover 6 w/kg en 1h entrenando y estar súper ‘’fino’’, más de lo que
deberíamos, si en circunstancias adversas como cuando hace mucho frío, este nos
afecta mucho más por estar muy delgados y baja nuestro rendimiento compitiendo,
o nuestras defensas están por los suelos y enfermamos de forma regular,
perdiendo así la continuidad en nuestro entrenamiento. Sería más inteligente coger un poco más de peso, y aunque movamos 5.8
w/kg en 1h, y evitar todo lo anterior por tener una mejor salud. El
rendimiento final en competición, va a ser mucho mayor con 5.8 w/kg. Y este
ejemplo lo digo por experiencia de uno de mis deportistas, no son suposiciones.
Conclusiones
Como hemos visto, a
veces menos es más y debemos de gastar nuestra energía en optimizar los aspectos más básicos de
nuestro entrenamiento, esa base de la pirámide del rendimiento que nos hará
rendir mejor. Solo los ciclistas que están a un nivel muy alto, profesionales o
similares, deben gastar mucho tiempo en pulir los pequeños detalles. Además,
pensar que la mejora de nuestro rendimiento conlleva bastante tiempo, no hay ‘‘entrenamientos secretos o trucos’’
para mejorar mucho en poco tiempo. Piensa con perspectiva e intenta disfrutar al máximo el proceso de
entrenamiento. No te obsesiones con los objetivos de resultado o rendimiento,
estos deben de ser la consecuencia de hacer un proceso de entrenamiento
positivo, no deben de ser el fin en sí mismo.
Por último, has de tener en cuenta que un buen entrenador, que no es lo mismo que un entrenador con fama u
otro que te ‘’vende humo’’, te ayudará a mejorar en todo el proceso, a
formarte y aprender mucho sobre rendimiento y sobre ti mismo, y hará que todo
tu proceso sea más motivante, variado y esté más controlado. Desde mi punto de
vista, tener los servicios de un
entrenador es una inversión muy buena. Si le dedicas tiempo, dinero y
esfuerzo al ciclismo seguro lo agradecerás con el paso del tiempo.
Comentarios
Publicar un comentario